This store requires javascript to be enabled for some features to work correctly.

ESTRÉS BUENO VS ESTRÉS MALO: LO QUE NADIE TE DICE

ESTRÉS BUENO VS ESTRÉS MALO: LO QUE NADIE TE DICE

| Laura Sanchez

"Siento que vivo estresada, pero igual no estoy avanzando como quiero”.

GOOD STRESS vs BAD STRESS — La verdad que necesitas saber

Últimamente he tenido muchas conversaciones con mujeres que me dicen lo mismo: “Siento que vivo estresada, pero igual no estoy avanzando como quiero”.


Y te entiendo. Yo también he pasado por eso. Cumpliendo con todo, entrenando, dando lo mejor... pero igual sintiéndome drenada, agotada, y totalmente desconectada de mí.  
Spoiler: no todo el estrés es malo, pero cuando no lo sabes manejar, sí puede 

Bueno, al grano que no hay mucho tiempo jajaja...

El estrés es una respuesta natural del cuerpo. Literal, está diseñado para ayudarte a sobrevivir. Cuando tu cerebro percibe una amenaza o un desafío, se activa el modo alerta: sube el cortisol, se acelera el corazón, te llenas de energía, te preparas para reaccionar.

El problema es que hoy no estamos escapando de depredadores. Estamos tratando de sobrevivir entre trabajo, familia, redes, entrenamientos, relaciones, expectativas... y el cuerpo sigue reaccionando como si fuera una emergencia.

Good stress (Estrés Bueno) — el que te impulsa
Es ese tipo de estrés que te da energía, te enfoca, te empuja a rendir mejor. Como cuando tienes una presentación importante o te estás preparando para una carrera. Sí, sientes presión, pero de la buena.  
Este tipo de estrés puede ayudarte a crecer, mejorar tu rendimiento, tu sistema inmune, tu enfoque. Pero hay una condición: necesitas recuperación después. Si no descansas, se convierte en otra cosa.

Bad stress (Estrés malo) — el que te apaga
Este es el que muchas mujeres viven sin darse cuenta. Se acumula poquito a poco, día tras día, hasta que te das cuenta de que ya no puedes más.  
Duermes mal, estás inflamada sin razón, entrenas pero no progresas, vives agotada, irritable, sin paciencia… y desconectada de ti.

Este tipo de estrés crónico empieza a desregular todo: tus hormonas, tu digestión, tu estado de ánimo, tu descanso, tu progreso físico.

¿Cómo saber si estás en uno o en otro?  
Hazte estas preguntas:
- ¿Te estás recuperando bien después de entrenar o sientes que cada vez estás más cansada?  
- ¿Estás durmiendo profundo o te levantas agotada?  
- ¿Tienes energía estable o vives con café y antojos todo el día?  
- ¿Tu ciclo menstrual está regular o todo anda raro?  
- ¿Estás conectada contigo o simplemente sobrevives en piloto automático?

Si varias respuestas son un “no”... es momento de prestarte atención. Y no, no es flojera. No es que estás haciendo algo mal. Es que tu cuerpo está pidiendo ayuda.

Y como a mi me gusta darte herramientas que te ayuden a encontrar esa version tuya con la que sueñas, aqui te dejo...

Cositas simples que puedes hacer desde ya para regular tus niveles de estres (y sí funcionan): 
- Duerme antes de las 11 pm. Tu cuerpo lo necesita más de lo que crees.  
- Sal a caminar sin el teléfono, sin distracciones. Solo tú, tu cuerpo y tu respiración.  
- Respira profundo al menos tres veces al día. Suena sencillo, pero regula tu sistema nervioso.  
- No te obligues a entrenar fuerte cuando estás drenada. A veces, bajar la intensidad es avanzar.  
- Pon límites. No todo merece tu energía.

No se trata de eliminar el estrés. Se trata de reconocerlo, regularlo, y entender cuándo está jugando a tu favor... y cuándo se está llevando lo mejor de ti.

Cuidarte también es esto. Escucharte. Parar a tiempo. Ser honesta contigo.

Y si sentiste que esto era justo lo que necesitabas leer hoy... probablemente lo era.